Finisterra - Canción por canción

"Dicen que, de todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir. Por eso es mejor forjar el alma que amueblarla. Es el fin del camino... Es Finisterra"

Mägo de Oz, el referente del folk metal en español, reveló que el 13 de noviembre sacará a la venta una nueva versión de su obra maestra, Finisterra, para celebrar los quince años de su publicación. No es lo mismo Los Tres Mosqueteros que Veinte años después; así que, antes de que le metan mano a esta maravilla de álbum, comentaré a detalle las razones por las que me parece que es el mejor disco de rock en español que se ha hecho hasta la fecha.

Anteriormente, ya había hecho una breve reseña del álbum en el artículo "Del Hijo del Blues a Xanandra: 25 años de Mägo de Oz: Parte 1", y es posible que escriba otra dentro de poco, haciendo mierda la nueva versión. Debido a su calidad musical y complejidad, no me cansaré de decir que este disco doble es LA obra maestra del rock en español. Cada canción refleja algún aspecto del alma humana. Amor, aventura, tecnología, hartazgo, vocación, religión, locura, maldad, sexo, nacimiento y muerte, tienen una crónica hecha música en este disco.

La genialidad de este álbum no nada más se refleja en la calidad de sus letras. En Finisterra, el novedoso estilo de metal celta ya no es un experimento, sino una amalgama extraordinariamente bien lograda. Tiene melodías dinámicas, que seducen al oído y captan la atención. Todos los instrumentos están en perfecta sincronía para representar distintos ambientes y estados de ánimo.  

Finisterra es una ópera rock hecha y derecha, no un álbum conceptual. Esto significa que es una historia narrada a través de canciones. Aunque Mägo de Oz ha usado el término para casi todos sus álbumes, la genialidad de este radica en que logra contar un relato coherente mediante sus letras. En él aparecen personajes que piensan, hablan, viven situaciones y crecen. Además, todas las rolas tienen su espíritu propio, por lo que funcionan de manera independiente, y se pueden disfrutar sin siquiera saber que son parte de una ópera rock

La historia se sitúa en una era post-apocalíptica, en la que el mundo es gobernado por las computadoras. El único vestigio del pasado de la Tierra está guardado en un CD-ROM, que narra la historia de un peregrino que viaja a Santiago de Compostela en la época del Siglo de Oro Español.

Parte del encanto de Finisterra es que se vale de algunos covers y piezas de música tradicional celta para enriquecer este extraordinario fonograma, además de las canciones icónicas escritas por Mägo de Oz. Todas las versiones hacen justicia a las originales y al mismo tiempo, son piezas completamente distintas.

Como es costumbre, comentaré cada una de las canciones. No revelaré datos de la trama, para no arruinarla. Recomiendo mucho que oigan el disco con el booklet en la mano y disfruten del relato con la música. Vale mucho la pena comprarlo. ¡No sean codos!

1. Prólogo:
Como si estuviéramos viendo la primera página de un libro, un párrafo breve, recitado por un niño, abre el relato. De fondo se oye una música solemne de violín, gaita y flauta.

2. Satania:
Tiene una de las introducciones más épicas para un álbum de metal. Un poderoso riff y un asombroso grito con falsete bastan para que nos demos cuenta del tamaño de la bestia con la que nos enfrentaremos en la siguiente hora y media. 

"Satania" pinta una distopía, muy al estilo de Orwell o Huxleyy la música crea la atmósfera con mucho éxito. Es una pieza rápida y melódica de ocho minutos, en la que el doble bombo y las guitarras distorsionadas hacen un maridaje extraordinario con el violín y la flauta.

La letra habla sobre una sociedad absorbida por la tecnología digital. El concepto sigue muy vigente, contando con que fue escrita en el año 2000, en el que no existían los sitios de redes sociales (como Facebook y Twitter) ni los teléfonos inteligentes eran un sueño.

3. La Cruz de Santiago:
Seguimos con una canción que mezcla la música celta con la velocidad del powermetal. La vigorosa melodía principal la llevan el violín y la flauta, lo que nos ayuda a situarnos en el ambiente del Siglo de Oro Español.

La letra no podría ser más épica. Describe a dos personajes radicalmente distintos que emprenden un viaje juntos. La música ya lo había hecho extraordinariamente; pero, si quedaba duda, los versos describen con precisión el entorno y la época. Es una pieza de extraordinario valor, que ha sido menospreciada con los años.

4. La Danza del Fuego:
Pasamos del mundo exterior al interior. "La Danza del Fuego" empieza con una parte lenta y melancólica, en la que aparecen reflejadas las angustias e insatisfacciones del alma humana. Lo que sigue es un súbito cambio hacia una sección muy animada, que habla del equilibrio que existe entre luz y oscuridad en la vida de las personas. Esta rola es medicina para el alma. Tiene su momento de añoranza para reflexionar y su parte alegre para desahogarse. 

Este clásico de Mägo de Oz lo hace José Andrea. El sentimiento con el que canta abre los corazones a escuchar con atención. En "Satania" y "La Cruz de Santiago" ya se había lucido con sus agudos y su potencia. Aquí lo hace con su capacidad de hablarle al alma del público. 


5. Hasta que el cuerpo aguante:
Es un manifiesto para quienes deciden sacrificarlo todo para casarse con la dama más bella de todas: la música. Sus versos describen con mucha literatura la vocación de esas personas que hacen que todos los días amanezcamos con una melodía en la cabeza. Desde mi punto de vista, esta es la mejor letra que ha escrito Txus Di Fellatio en toda su carrera.

Es una canción acústica y celta que proyecta alegría. José Andrea y Pacho Brea (Ankhara) le imprimen todo el sentimiento a una de las canciones más hermosas. Vale la pena comprar el disco al doble del precio nada más por tener esta canción.


6. El Señor de los Gramillos:
No todas las canciones de un disco pueden ser himnos. "El Señor de los Gramillos" es una canción metalera, sin mucha pretensión. Creo que el título habla por sí mismo. Habla sobre las hojas verdes que le pueden cambiar el ánimo a una reunión. 

7. Polla dura no cree en Dios:
Es una rolita rock'n'rollera muy pegajosa y pícara. Habla sobre un tipo que decide que las complicaciones de la vida no son lo suyo y prefiere dedicarse a la bohemia. Es de esas canciones divertidas y desenfadadas que a Mägo de Oz le quedaban muy bien y, por alguna razón, dejó de hacer después de este disco.

Kiskilla se luce con un órgano Hammond que le mete sazón "bluesero" a la pieza. También, hay un mano a mano fenomenal entre la voz y el violín.   


8. Maite Zaitut:
Es una bonita canción romántica con música tradicional irlandesaLogra un ambiente muy íntimo y acogedor, que a la mitad se transforma en una apasionada declaración de amor en forma de heavy metal

9. Duerme:
La canción tradicional inglesa "Scarborough Fair" la hicieron famosa Simon & Garfunkel. Mägo de Oz convirtió esta hermosísima melodía en una canción de cuna en formato power ballad. El último coro de esta especie de "Nothing Else Matters" celta es muy emocionante porque el vocalista, José Andrea, entra cantando con todo el sentimiento después de un espectacular solo de guitarra.

10. Es hora de marchar:
El primer disco cierra con una balada con piano, violín, flauta y voz, que habla sobre las palabras de un moribundo a sus seres queridos. Es un cover muy original de "Rainbow Eyes" de Rainbow. 

11. Fiesta Pagana:
Es el éxito emblemático de Mägo de Oz y la razón es que tiene algo especial. A primera oída, es una canción pícara y alegre, pero la letra esconde detalles de pensamiento fuera de serie. Habla de la lucha contra el poder y la libertad de expresión. El violín, la flauta y el acordeón juguetean con la guitarra eléctrica con una frescura que hechiza. Es una canción para brincar, bailar y cantar a todo pulmón.


12. El que quiera entender... que entienda:
Como "Fiesta Pagana", "El que quiera entender... que entienda" es un canto a la libertad, pero con un tono más serio. Esta elegante canción se refiere a la libertad de amar a quien a uno se le de la gana, sin importar religión, clase social y, sobre todo, orientación sexual. Es el grito desesperado de una persona que quiere vivir su amor como una persona "normal" y que lo dejen en paz.

Es una rola rítmica y pegajosa. La melodía de teclado con efecto de clavicordio le da un tono muy especial y original. También luce la participación de Pacho Brea (Ankhara) con unas armonías de muy buen gusto.

13. Los renglones torcidos de Dios:
Una pasaje atmosférico de bajo y un solo de guitarra con un gusto exquisito son la introducción a una de las canciones más rudas y metaleras de Finisterra. El violín de Mohamed y la guitarra de Carlitos hacen la amalgama perfecta para darle la fuerza necesaria a un poderosísimo riff principal.

La letra describe, mediante metáforas muy ingeniosas, lo que hay dentro de la cabeza de un loco que quiere volver a ser cuerdo. Si están siguiendo la historia, esta canción da pistas interesantes para el desenlace. "Los renglones torcidos de Dios" es de las mejores canciones de Mägo; pero, tristemente, ha tenido poca trascendencia. 

14. Kelpie:
Es una simpática y animada interpretación de un éxito de Jethro Tull. Sirve para alegrar el ambiente después de dos canciones serias. En medio tiene un duelo espectacular entre flauta y órgano hammond.

15. Tres tristes tigres:
Son reflexiones sobre la tristeza, la frustración y la soledad. Las acompaña el leit motiv de "El que quiera entender... que entienda" con piano y violín. Es una pausa para pensar sobre uno mismo y su relación con los demás.

16. A Costa Da Morte:
La pieza instrumental de Finisterra pinta las sensaciones de viajar. Tiene algunas partes tranquilas y otras muy animadas. Es una especie de descanso dentro del segundo acto del álbum, que deja un muy buen sabor de boca y ganas de oír más.

17. La Santa Compaña:
Por si le faltaba algo a Finisterra, esta canción habla de zombies que recorren una ciudad en busca de almas para llevarse al inframundo... y cerebros. Es una poderosa marcha metalera con un coro muy pegajoso y cantable.

18. Conxuro:
Es una pista completamente ambiental y saltable. Son casi cuatro minutos de una bruja recitando con un fondo metalero. Tiene su función en la historia y logra sumergirnos en un ambiente místico de ultratumba, pero es una pista muy fea.

19. Astaroth:


Es la primera incursión de Mägo de Oz en temas oscuros y góticos, antes de que salieran con sus puterías de meter a Carlos Escobedo a cantar "grave" en cada disco. Los arreglos arabescos y las guitarras lúgubres dibujan el escenario de la aparición de la mismísima personificación del mal. Es una canción muy romántica y teatral, con melodías extraordinarias.

La participación de la cantante Mar Cabello es la cereza en el pastel. Le da un toque delicado y dulce a la parte más apasionada del tema. Definitivamente, es el mejor entremés para el pedazo de rola que le sigue.

20. Finisterra:
He aquí la épica conclusión de quince minutos para esta aventura. Con una letra maravillosa, la pieza pinta un escenario dantesco del fin del mundo, en el que todas las paradojas cobran sentido. Dios y el demonio hacen las pases, mientras se reparten el destino de la humanidad.

Para durar un cuarto de hora, esta pieza no pierde la atención ni un minuto. Las voces de la gran cantidad de vocalistas invitados y los distintos instrumentos insertan en nuestras mentes las distintas escenas del apocalipsis. Esta obra maestra trasciende la mezcla de heavy metal y música celta. Tiene una combinación muy teatral de estilos, que hacen que sea un estupendo final para esta maravilla de álbum.

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Comentarios

  1. ¡Muy buen análisis!
    Definitivamente comparto el gusto por la épica "Los renglones torcidos de Dios" y que es una gran pena que no sea apreciada como la excelente pieza que es.

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  2. Excelente interpretación del álbum, coincido en que es el mejor álbum de rock en español de la historia.

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  3. Me fascina Astaroth, solo quiero decir que más que toques arabescos, es el riff de Powerslave de Iron Maiden.

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