Imaginaerum canción por canción


Empecé este blog con la finalidad de comentar acerca de discos, películas, espectáculos y todo tipo de productos de entretenimiento que me gustaran o llamaran la atención. No estaría cumpliendo mi propósito si no hiciera una reseña y recomendara el mejor álbum que he oído, por lo menos, en los últimos cinco años, Imaginaerum de Nightwish.

Para todos los seguidores de la banda de metal sinfónico, Nightwish, fue un duro golpe la salida, en 2005, de su vocalista, Tarja Turunen. Hasta ese momento, el atractivo principal de la agrupación era la mezcla de heavy metal y ópera. Con la entrada de Anette Olzon a Nightwish, eso se acabó. Muchos se desilusionaron porque la nueva cantante tenía un estilo totalmente pop y, naturalmente, dudaron de la capacidad del grupo para hacer música que estuviera a la altura de sus trabajos anteriores. Afortunadamente, los finlandeses no quedaron mal y, en diciembre de 2011, después de un álbum de transición que pasó sin pena ni gloria, sacaron una belleza de disco y una fabulosa aportación al mundo de la música, Imaginaerum. 

Imaginaerum es, hasta ahora, el proyecto más ambicioso de Nightwish. Fue un disco diseñado para ser la banda sonora de una película de fantasía producida por la banda. No he tenido la oportunidad de verla, porque no ha llegado a México ni ha salido en DVD. Sin embargo, si es tan maravillosa como su origen, debe ser un deleite echarle un ojo. De todos modos, el álbum funciona por sí mismo y cada una de las canciones es como una historia narrada a través de una mezcla de metal, música sinfónica e instrumentos folclóricos.

Imaginaerum es una palabra inventada; derivada de la combinación de imagination y sanitarium. Se refiere a un lugar donde la imaginación es un hospital que cura las heridas del alma. El álbum hace honor a su nombre y es un viaje musical por lugares alegres, oscuros, melancólicos y emocionantes. Cada canción, como en el mundo de las emociones, es radicalmente distinta a la anterior, pero el disco tiene una gran cohesión. Embarquémonos en esa travesía por la imaginación hablando de cada una.

1. Taikatalvi: 
El título de la canción significa "invierno mágico" en finlandés. El tema sirve como introducción al disco. Empieza con una musiquita hecha por una caja de música y con Marco Hietala (vocalista masculino y bajista) cantando en finlandés. Suena como un narrador empezando a contar un cuento. "Taikatalvi" es el "érase una vez" del disco y tiene una melodía preciosa que nos mete en un ambiente de fantasía desde los primeros segundos.

2. Storytime:  
Es una canción que suena como si a la mitad de la noche a uno lo levantaran y se lo llevaran a toda velocidad a vivir una aventura. El tema de la canción es lo que significan los cuentos e historias para las personas. Es una invitación a recordar lo maravilloso del mundo de la fantasía. La infancia es un motivo que aparece recurrentemente en las letras de Nightwish. Esta canción exhorta a quien la escucha a volver a sentir la emoción de un niño por oír un relato. En cuanto a música, resalta la melodía del coro, que se pega desde la primera vez que suena. Es una rola totalmente "sencilleable". Es coritita y tiene el balance perfecto entre orquesta y banda. A la mitad hay una pausa en la que canta un coro de niños que suena muy bonito. Es de esos descansos que le da a las canciones un toque mágico.

  
3. Ghost River:
Es una lucha entre el bien y el mal algo extraña. Marco Hietala y Anette Olzon hacen una especie de duelo con voces caricaturescas que suena muy bien. El riff de guitarra de la canción es la marca de la casa. Es una melodía que retoma el estilo clásico del grupo. En medio, aparece también el coro de niños, que provoca una sensación de movimiento que le hace honor al título de la canción. No es de mis canciones favoritas del álbum, pero eso no le quita mérito. Es muy del estilo del clásico de la banda, "Planet Hell".

4. Slow Love Slow:
Es la primera balada de Imaginaerum. Es un swing con una melodía de piano melancólica, pero un poco perturbadora. Parece de película. La letra y la melodía del coro son bellísimas. En esta canción luce mucho la voz de Anette. Me parece que le queda muy bien. Tiene un solo de guitarra bluesero con mucha personalidad, totalmente inesperado en una canción de Nightwish. La canción termina con un lúgubre solo de trompeta que parece compuesto por Pink Floyd.

5. I Want My Tears Back:
Normalmente, uno pensaría en la música de Nightwish como temas oscuros, pero este rompe totalmente con todo lo que la banda había hecho antes. Es una canción alegre y fiestera, tipo Mägo de Oz, con gaita y violín, que le podría levantar el ánimo a cualquiera. La letra tiene tono melancólico y varias referencias culturales interesantes. El coro es de los más pegajosos que ha hecho la banda. En medio, hay una parte instrumental con sabor a Riverdance, que le da un clímax muy animado a la canción. Además, cuenta con la participación del inglés, Troy Donockley, que ha estado tocando la gaita, la flauta y otros instrumentos raros en sus últimos discos y parece ser que ya es un miembro activo de la banda.

Este video fue grabado con la vocalista actual de la banda, Floor Jansen (Ex-After Forever, Revamp)

8. Scaretale:  
Narra una pesadilla, y el manejo de este ambiente, por medio de la música, se logra muy bien. Empieza y termina con un coro de niños realmente perturbador. Después, se vuelve una canción rápida y pesada, en la que destaca la capacidad histriónica de Anette. Modula la voz para sonar como una especie de bruja y le sale bastante bien. Aunque tiene muchas partes y matices, es la canción más heavy del disco. Aquí lucen mucho la guitarra y la batería. En medio tiene una parte, cantada por Marco Hietala, que podría quedar muy bien en una película de Tim Burton o en una casa de los sustos de Disneylandia. Es algo muy original que rebasa la barrera del metal. El tema es largo y hay que estar de humor para oírlo. Sin duda alguna, es de los más originales del disco.

7. Arabesque: 
Es una especie de entreacto dentro del álbum con motivos árabes. Es totalmente sinfónico y la banda no participa. Es una pista completamente saltable y que se olvida que es parte del disco.

8. Turn loose the mermaids:
Otra baladita en la que no hay participación de nadie de la banda, más que de la vocalista Anette. Es bonita, pero no tiene nada especial. Llama la atención que la parte instrumental parece sacada de una película western, con silbidos y todo.

9. Rest Calm: 
La banda reaparece en Imaginaerum con una canción mid-tempo en la que predomina la voz de Marco Hietala, aunque la participación de Anette en las partes dulces le da un toque especial. La melodía del coro es como de canción de cuna y es un motivo que se repite constantemente. La guitarra también tiene bastante protagonismo en la rola, aunque la banda aparece muy bien compenetrada con la orquesta, nuevamente. El sentimiento tranquilizante de la melodía del estribillo lo resalta el coro de niños que aparece en una de las pausas de la canción. El final son todas las variaciones habidas y por haber de la melodía del coro. Posee un gran cierre, ya que suena como si la canción se fuera apagando poco a poco. Después de todo, la letra, aparentemente, habla de alguien que está a punto de morir de una forma digna y plácida.

10. The Crow, the Owl and the Dove:
Es la única canción del álbum que no compuso el teclista y líder de la banda, Tuomas Holopainen. Esta balada, hecha por Marco Hietala, es la canción que más me gusta del disco. La tonada principal la lleva un arpegio de guitarra acústica y es de esas que puede quedarse en la cabeza de uno por semanas y seguir sonando igual de bello. Durante la canción, voz masculina y voz femenina se van contestando y eso suena muy bonito. Nuevamente, la canción se parte a la mitad para una parte instrumental interpretada por Troy Donockley, tanto en la flauta, como en unos coros ambientales, que son la cerecita en el pastel.

Este video ganó un concurso organizado por la disquera y fue seleccionado personalmente por los miembros de la banda.

11. The Last Ride of the Day: 
Aunque hay dos más después, para mí esta es la canción que cierra el disco. Es una rola optimista, con un estribillo pegajosísimo que sorprende todavía más después de haberle dado una leída a lo que dice. Nuevamente, la orquesta y la banda están tan bien ensambladas que ninguna opaca a la otra. El solo de guitarra es muy bueno y la parte que le sigue, tipo comercial de cigarros Marlboro, es muy emocionante. A mi gusto, es de las mejores canciones que ha escrito y compuesto la banda a la fecha. Deja un sabor de boca tan emocionante como el de haberse terminado de bajar de una montaña rusa.


12. Song of Myself:
Es la canción larga del disco. La virtud que tiene es que da un aire a algunos de los álbumes clásicos de la banda, como Wishmaster o Century Child. Es una rola que tiene todo para ser muy buena. Sin embargo, es fácilmente olvidable. Es una canción basada en un poema de Walt Whitman y la letra es bastante buena, porque resume todas las letras de la banda en una sola. Lo que resulta tedioso es que el final de la pieza son distintas personas recitando el poema completo y eso dura alrededor de  6 minutos. Probablemente, la primera vez que la oigan no lo hagan, pero estoy seguro que el resto de las veces, cuando empiece el primer declamador, pasarán a la siguiente pista o quitarán el disco.

13. Imaginaerum:
Como es un álbum diseñado para ser el soundtrack de una película, no puede faltar la música de los créditos finales. Es una mezcla orquestal que une todos los motivos del disco. Si queda alguna duda de la calidad de las melodías de este fantástico trabajo, sólo queda oír esta pieza para disiparla completamente. Es una delicia escucharla con atención para recordar la maravilla de material que uno acaba de disfrutar.

Oigan Imaginaerum. No se van a arrepentir. Comenten sus impresiones.

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