Wicked México: Desafiando la gravedad


Después de 10 exitosos años en Broadway e innumerables premios, llega a México el musical, Wicked, una producción con mucho dinero de por medio y hasta un teatro construído especialmente para la puesta en escena. Con tanta expectativa de los fanáticos del teatro, publicidad regada por todos lados y boletos por arriba de los $800, muchos se preguntarán si vale la pena. Con esta reseña espero responder a esa pregunta y dejar a su criterio si la ven o no.

El teatro musical siempre me ha gustado, pero, por diversos factores, nunca he sido muy fanático de las producciones mexicanas. A pesar de su enorme presupuesto y esfuerzo, el estridente estilo de canto de la comedia musical mexicana, las traducciones forzadas y las pequeñas fallas técnicas, habían hecho que siempre saliera un poco desilusionado del teatro. Afortunadamente, la curiosidad me venció y no me quise perder esta chulada de producción, que seguro será histórica para el ámbito de los espectáculos en México.



Wicked es una historia paralela al clásico El Mago de Oz (si no les suena, es posible que hayan vivido debajo de una piedra, por lo menos, durante los últimos 74 años). Es la narración de cómo se conocieron el Hada Glinda y Elphaba, la "Bruja del Oeste", y todo lo que sucedía en la Tierra de Oz mientras Dorothy, el León Cobarde, el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros recorrían el camino amarillo. Este relato está representado con un ostentoso montaje, escenografías cambiantes, brujas voladoras y, sobre todo, un gran repertorio de pegajosas canciones.

  Uno de los mayores atractivos de la obra es el elenco. Todos cantan y actúan extraordinariamente bien, y cada personaje se luce en su momento. Del numeroso elenco, destacan las protagonistas, Glinda y Elphaba. Cecilia de la Cueva me pareció especialmente simpática en su interpretación de un "hada buena" muy inocente y "rosa". Por otro lado, Ana Cecilia Anzaldúa caracteriza a una "Bruja Verde" con mucho carácter, que logra que el público empatice con los matices del concepto de la palabra "malvado" en el mundo de Oz. Cabe destacar que cada una demuestra un maravilloso talento para cantar. La versión de la famosísima canción "Defying Gravity", de Anzaldúa, refleja una potencia vocal que provoca un grato remolino de emociones que deja a la audiencia perpleja.**


Además de las capacidades individuales de ambas "brujas", es sorprendente la química que hay entre las dos. Las escenas y puntadas de esta extraña mancuerna hacen que el espectáculo sea muy ameno. Sin embargo, la pareja romántica principal de Wicked no me pareció que tuviera química en absoluto, a pesar de que ambos actores juegan muy bien su rol por separado.


Lo único reprochable de la adaptación mexicana de Wicked es la traducción. Es una interpretación muy tropicalizada de la obra, en la que los "mexicanismos" y chistes locales llegan a ser molestos. Por otro lado, muchas de las letras de las canciones pierden cierto sentido al ser traducidas de una forma demasiado literal. Además, algunas palabras quedan forzadas dentro de las melodías de las canciones o terminan con vocales incómodas. 


Wicked es un show muy recomendable, aunque es importante tomar en cuenta que no es para todo el mundo. A los amantes del teatro musical y de los grandes espectáculos les fascinará y sorprenderá. Es todo lo que implica Broadway, pero a lo bestia. Por lo mismo, a muchos, sobre todo hombres, les puede parecer la jotería más grande del universo, por lo que tal vez deban pensar dos veces antes de hacer el gasto. Creo que el costoso boleto vale cada centavo y espero que pronto se haga un espectáculo mexicano original que esté al nivel de Wicked México.

**Se ha hablado mucho en medios de la actuación de Danna Paola. Sin embargo, no la menciono en la crítica porque no me tocó verla, aunque me da una enorme curiosidad. Si alguien me patrocina el boleto, con mucho gusto les haré saber mi opinión.

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