A 10 años del sueño sinfónico hecho realidad: Once, canción por canción.


Hace 10 años apareció uno de los álbumes más maravillosos del metal y de la primera década del siglo XXI: Once de Nightwish. Este disco logró unir de forma sublime orquesta, metal y canto operístico. No escuchar Once es perderse la oportunidad de adentrarse en un recorrido de emociones, guiado por melodías geniales y letras que abrazan el alma.

2014 ha dado grandes álbumes, sobre todo de grupos de metal liderados por mujeres y que usan arreglos orquestales en su música. Una década antes, Nightwish la banda que se hizo famosa por mezclar canto operístico con heavy metal publicó Once, que marcó el estándar para la gran cantidad de discos que combinan rock con orquesta y voz femenina. 

Antes del lanzamiento de Once, Nightwish ya había hecho historia con sus cuatro álbumes anteriores; sin embargo, con su quinta entrega, el grupo hizo que sonaran ridículos todos los intentos anteriores de unir heavy metal y música orquestal. Once logró la cohesión perfecta entre orquesta y banda de rock. En vez de tener a cada uno de estos elementos por su lado, como en los discos sinfónicos de Kiss o Metallica, Nightwish los amalgamó para que sonaran como un solo conjunto.

Once merece ser oído de principio a fin. Cada una de las canciones que lo conforman juega un papel vital para hacer de este disco uno de los mejores de la década anterior. Es por eso que vale la pena analizarlas una por una.

Dark Chest of Wonders:
"Once I had a dream and this is it", la frase con la que abre el álbum, predice la reacción de los fanáticos del metal sinfónico después de oír Once. A esta frase le sigue un riff de guitarra muy intenso, que desemboca en la melodía principal de la canción. Esta demuestra, por primera vez, el poder del maridaje de la orquesta sinfónica con la banda.

Es una canción rápida y vertiginosa, que invita a empezar una aventura. El estribillo es tremendamente pegajoso y los arreglos corales que lo adornan lo hacen todavía más emocionante. Es una magnífica introducción, que luce la voz operística de la magnífica Tarja Turunen y las habilidades de cada uno de los miembros de Nightwish. También es un gran tema para abrir conciertos.


Wish I Had an Angel:
Después de la primera probada del metal sinfónico de Nightwish, aparece esta canción que carece de elementos orquestales, pero eso no hace que pierda genialidad. Es una pieza con elementos electrónicos, casi bailable, que irradia sensualidad. La química de las voces de Marco Hietala y Tarja Turunen crea una atmósfera fantástica que sugiere pasión y libertinaje. La letra es de las más interesantes que ha hecho el compositor, Toumas Holopainen. Prefiero no arruinarla. Léanla; oíganla, y saquen sus propias conclusiones.

Nemo:
Esta belleza de sencillo es una de las canciones icónicas de Nightwish. La inconfundible melodía de piano se cuela en los rincones más recónditos de los corazones de quienes la oyen, y deja libre toda la melancolía que se esconde en ellos. Una vez vulnerables a la mezcla de emociones que la música provoca, la voz de Tarja Turunen llega para tranquilizarnos y llevarse toda nuestra aflicción. Es una canción mística, con una letra inigualable. Habla del deseo de consuelo y guía de una persona que se siente perdida. 

Otro de los recursos de los que se vale "Nemo" para conmovernos es su magnífico solo de guitarra. Es muy sencillo, pero es un extraordinario clímax para la rola y merece reconocimiento.


Planet Hell:
Esta canción, agresiva y rápida, pinta el caos del fin del mundo con la ayuda de un duelo entre la rasposa voz de Marco Hietala y el majestuoso timbre operístico de Tarja Turunen.

Los coros y la orquesta lucen con una introducción opulenta, en la que juguetean con la batería para recrear el ambiente del mismísimo apocalipsis. Además, el teclista y compositor de la banda, Tuomas Holopainen, brilla con un puente musical, que nos lleva a lo más siniestro del infierno y de regreso.

Creek Mary's Blood:
Hasta este punto, Nightwish ya ha demostrado que puede hacer un gran álbum de metal sinfónico; sin embargo, esta pieza es la que demuestra que el grupo va por algo más con Once. Este es el momento en el que la orquesta sinfónica y la banda de rock se convierten en uno solo para contar una historia de forma épica. Esta canción parece más una película hecha con música que un simple tema de heavy metal.

"Creek Mary's Blood" habla sobre la conquista de Norte América, desde el punto de vista de los nativos. La voz de Tarja narra los sentimientos de derrota y frustación ante la trágica visión de unos seres humanos ajenos que devastan la naturaleza y matan a todo el que intenta detenerlos.

La "cerecita en el pastel" de esta pieza monumental es la colaboración de John Two Hawks. El músico, descendiente de nativos norteamericanos, aporta partes de flauta, cantos tribales y la declamación de un poema en lengua sioux. Todo esto nos transporta a la Norteamérica del siglo XVI, dejando atrás el heavy metal y convirtiendo la música de Nightwish en algo más.

Este tema parecería ser el plato fuerte de Once, pero, como descubre quien lo oye de principio a fin, "Creek Mary's Blood" es sólo el entremés.


The Siren:
Las seductoras melodías de este tema hechizan nuestros oídos con tintes musicales del sudeste de Europa. Tarja Turunen hace una magnífica labor modulando la voz como una auténtica sirena, dejando atrás el estilo operístico. Además, el teclado y el violín eléctrico juguetean en el puente de la canción, creando un ambiente mágico.

El coro lastimero, que canta Marco Hietala, evoca el fragmento de La Odisea en el que Ulises hace que lo amarren al mástil de su embarcación para no sucumbir al irresistible canto de las sirenas.


Dead Gardens:
Después de tanta maravilla, llega está canción que, aunque tiene lo suyo, es un poco insípida. Es un flashback a Century Child, el álbum anterior del conjunto. No tiene nada especial, más que un coro ligeramente pegajoso y que la parte del final suena como si se estuviera rayando el disco.

Romanticide:
Entre tanto himno, hay rolas con gran valor, que pueden llegar a quedar en el olvido. Romanticide es una de ellas. Aquí encontramos a un Nightwish crudo, sin grandes orquestaciones, sólo dando una poderosa demostración de heavy metal. Destacan los poderosos riffs de guitarra y bajo, y el segundo movimiento, en el que Marco y Tarja "rapean" por primera y única vez.

Ghost Love Score:
Habíamos quedado en que "Creek Mary's Blood" era solo el entremés a la magnificencia de Once. Señoras y señores, "Gost Love Score" no es el plato fuerte, sino el banquete completo. Hasta ahora nunca he oído una mezcla tan perfecta entre heavy metal y orquesta sinfónica.

Esta belleza está dividida en varios movimientos y habla de lo difícil que es desprenderse de un amor. Es intensa y poderosa, con arreglos maravillosos, tanto de instrumentos eléctricos, como de orquesta. Un coro entona un estribillo conmovedor, pero poderoso, mientras Tarja Turunen, nuevamente, acaricia nuestras almas con su voz.

"Ghost Love Score" es, sencillamente, grandiosa. Cuando uno la oye solo es casi inevitable dejarse llevar y ponerse a hacer ademanes de director de orquesta a la mitad de la canción. Hasta ahora, se ha coronado como la obra maestra de Nightwish. Esperemos que en álbumes posteriores nos vuelvan a deleitar con una chulada de esta magnitud.



Kuolema Tekee Taitelijan:
Su traducción es "la muerte hace al artista" y es de las pocas canciones en finlandés de Nightwish. Es una balada muy bonita, en la que nada más intervienen la cantante, Tarja Turunen, el piano de Tuomas Holopainen y la orquesta. Tiene un solo de chelo en medio que nos mueve por dentro y puede llegar a provocar un nudo en la garganta.

Higher than Hope:
Llegamos al final de esta sinfonía de emociones con otro tema lento, pero muy poderoso. Está dedicado al norteamericano, Marc Brueland, que murió de cáncer. Son los sentimientos de un desahuciado.

El coro es fuerte y desgarrador. Es la épica conclusión a un magnífico álbum, que pasará a la historia como uno de los más grandes y mejores del metal sinfónico.

Busquen Once, denle una escuchada y cuéntenme su opinión.

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