Halestorm y su espejismo de la vida salvaje


Halestorm, la banda norteamericana de hard rock de los hermanos Hale, busca continuar con su racha de éxito, presentando un disco radicalmente distinto a sus lanzamientos anteriores: Into the Wild Life. Su antecesor, The Strange Case of... fue de una poderosa inyección de sangre fresca para el género y eso le valió al grupo un Grammy. Con expectativas tan altas, ¿la incursión de Halestorm en la vida salvaje logrará superar la fiereza de su lanzamiento anterior?

A finales de 2012, quedé sorprendido por la frescura de una banda nueva, que combinaba la sencillez del pop, la agresividad del heavy metal y la sensualidad del rock'n'roll. La enérgica voz de Lzzy Hale y los turbulentos ritmos de Arejay Hale fueron un magnífico gancho para que esperara con ansias su siguiente álbum. Ahora que tengo en mis manos Into the Wild Life, me doy cuenta de que esta es una banda completamente distinta a la que regaló al mundo rolones como "I Miss the Misery" y "Here's to Us".

Into the wild life se despide, casi por completo, del sonido metalero de Halestorm, para dar paso a un rock más clásico, con toques electrónicos y unos dejes de country. A su favor, cuenta con algunas canciones con sabor a soul, que agregan picante al álbum. Se nota mucho que fue grabado en Tennessee. En este sentido, la canción en la que se más se nota esta amalgama es en "Amen", el single natural del disco y uno de sus mejores cortes.


Como siempre, el plato fuerte es la voz de Lzzy Hale. Es una gran cantante y es la que hace que sea difícil quitarle la atención a las canciones que conforman Into the Wild Life. Hay algo en su forma de pronunciar la palabra "fuck" que enchina la piel. Asimismo, el baterista Arejay Hale experimenta con nuevos ambientes rítmicos, que crean atmósferas muy interesantes en las canciones.

Desde mi punto de vista, Into the Wild Life tiene pocas canciones memorables. Fuera de "Apocalyptic" y "Amen", que fueron seleccionadas como los sencillos, muy pocas resaltan. La única que, para mí, se va a quedar como uno de los himnos de Halestorm va a ser "I Like it Heavy". Es una canción "bluesera" que habla del amor por la música rítmica y fuerte. Es de las pocas que muestran la sensualidad a la que el grupo nos tenía acostumbrados.

  

Una vez señaladas las virtudes de Into the Wild Life, pasamos a la parte de los reproches, que son bastantes. Las expectativas que yo tenía sobre este álbum eran enormes y recibí algo completamente distinto a lo que esperaba. Es un disco muy pesado para oírse de principio a fin, debido al gran número de baladas y canciones lentas. Aunque los coros no dejan de ser pegajosos, algo pasó con el dinamismo de las canciones de Helastorm.

Una de las pocas objeciones que le puse al disco anterior de Halestorm fue que me parecía que estaba sobre producido. Con Into the Wild Life pasa todo lo contrario: parece que el productor, Jay Joyce, estaba de vacaciones y no le dio importancia ni a las canciones ni al sonido de la banda. En gran parte ellas, las guitarras suenan totalmente disociadas de todo lo demás y el bajo es prácticamente inexistente.

Para que las piezas del álbum estuvieran ligadas entre ellas, varias tienen transiciones instrumentales. Estas me parecieron muy molestas y de mal gusto, porque la mayoría no tiene nada que ver ni con la canción que termina ni con la que empieza. Lo tengo que sacar de mi ronco pecho: ¡Están espantosas!

En términos de producción, lo más decepcionante es el sonido de la guitarra. En los escasos puntos donde el lado metalero de Halestorm da señales de vida, la distorsión tiene un sonido áspero y sucio. Por otro lado, en las abundantes partes de guitarra "limpia", utilizan un sonido flanger que provoca un sonsonete desagradable.


El making of se ve mucho mejor que como suena el álbum 

En cuanto a las letras, la temática de la mayor parte gira alrededor de ser uno mismo y hacer lo que a uno le de la gana, le guste a los demás o no. En este sentido, se extraña las letras simples y directas de los álbumes anteriores. También se perdió el elemento picante casi por completo, que era de los grandes atractivos que tenían. 

Into the Wild Life tiene su mérito y habrá a quien le guste la dirección que está tomando la música de Halestorm. A mí me parece que se aleja mucho del estilo al que nos habían acostumbrado y, aunque tiene puntos rescatables, no es lo mío. Creo que esta banda da para mucho más. A diferencia de sus dos discos anteriores, que son fantásticos, yo no recomendaría Into the Wild Life.

¿Ustedes ya lo oyeron? ¿Qué les pareció? Comenten y compartan.

Comentarios