José Andrea y Uróboros: La Resurrección de una Voz


El nuevo álbum de José Andrea y Uróboros, Resurrección, cerró un 2015 muy creativo. Los "hardrockeros" españoles mantuvieron bajo perfil durante un año, pero regresaron con una producción que ha dado mucho de qué hablar a los medios de rock. Con el triunfo sobre los demonios como bandera, Resurrección inyecta oxígeno a un género que busca desesperadamente una remodelación.

El segundo álbum del grupo de hard rock español, José Andrea y Uróboros, llegó a las tiendas en diciembre del año pasado. En Resurrección, el grupo formado por ex-integrantes de Mägo de Oz se mueve cómodamente en el estilo de "hard rock bluesero" que introdujo en su primer álbumCon piezas rítmicas y dinámicas, Resurrección es un disco que tiene por tema la calma después de la tormenta, y lo expresa a través de una gran variedad de canciones que irradian optimismo y buenas vibras.

Antes de entrar a los detalles sobre la música de Resurrección, es importante resaltar que el sonido es muy bueno. Las dos guitarras se oyen bien definidas; el bajo tiene la profundidad justa, y la voz suena muy natural. Resurrección no es un disco de metal y la cohesión del sonido de cada rola lo deja muy claro. En este sentido, "Chino" (guitarrista de la banda) cuidó muy bien cada elemento. 

Aunque rolas como "Sobreviviendo" o "Te Aullaré" se quedan con el sabor "bluesero" y ecléctico del primer disco, este tiene un tono mucho más "hard rock". Esta vez se nota mucha influencia de grupos como Deep Purple y AC/DC en la música. Hay canciones más rápidas y consistentes, para los que esperaban volver a oír a estos músicos rompiendo madres.

El estilo de Uróboros es muy distinto al de la banda anterior de sus integrantes (Mägo de Oz). Esto no quita que, a veces, haya guiños que apelen a la nostalgia. "La Mujer Lobo", por ejemplo, tiene uno de esos estribillos animados y pegajosos, característicos de la banda. Si a eso se le suma la presencia del flautista invitado Fernando Ponce De León, podría decirse que la canción suena más a Mägo de Oz que el Finisterra Ópera Rock entero.

Solamente se pueden decir cosas buenas de la parte instrumental de Resurrección. Todos los integrantes de la banda son virtuosos. Hay muchos solos de guitarra y teclado, cada uno más impresionante que el anterior. "Chino" y José Rubio hacen una magnífica mancuerna con las guitarras. Los dos tienen dos estilos distintos; pero se complementan estupendamente. "Kiskilla" no se queda atrás con el teclado. Como siempre, sus intrincados arreglos de piano y hammond son de un gusto impecable. Finalmente, el bajo de "Peri" y la batería de Bernardo Ballester hacen que uno sienta físicamente los golpes de fuerza de este disco.

En cuanto a la voz, se nota que José Andrea ya es un vocalista muy curtido. Los años de fiesta y desenfreno le han pasado la factura; pero su voz no ha perdido nada de la personalidad y encanto que la hicieron famosa. Es evidente que cantar ya no le resulta tan fácil como antes. Hay tonos que ya le quedan un poco forzados. A pesar de esto, por primera vez en mucho tiempo se le oye hacer cosas impresionantes con la voz. En la épica de casi 11 minutos, "La Salida del Averno", José suelta unos de los golpes de voz más llamativos de su carrera. 

En Resurrección salieron a relucir las cualidades de "Peri" (bajo) para la composición de música y letras. Las que para mí son las mejores rolas del álbum llevan su sello. Por un lado, está una pieza muy romántica y enérgica, titulada "Para que nunca amanezca". Esta tiene un riff de guitarra exquisito y un gran coro con gusto a Whitesnake, que se queda tatuado en la mente. Por otro lado, "En mi barrio nadie quiere dormir" invita a pasar un buen rato con arreglos de metales y una tonada muy alegre.

Otras canciones que destacan son: "Dímelo", un tema sabroso y movido, que tiene un deje a "You Shook Me All Night Long" de AC/DC, y "Redención Bafda", que es una sentida balada.

El tema que le da nombre al disco busca ser una pieza fuerte e inspiradora. Los acordes potentes y el ritmo mid tempo pintan a la perfección la ascensión de las cenizas de la banda. Aún así, me da la impresión de que se queda corto, comparado con otros cortes del álbum. Entiendo porqué escogieron "Resurrección" para promoción, pero no me parece de lo más memorable del material.



El punto débil de Resurrección son las letras. La mayoría son confusas y tienen poco sentido. Las melodías son creativas y José Andrea es un genio para manipular los sentimientos con la voz; pero gran parte de las letras no le hacen justicia a las canciones.

Resurrección tiene todas las características de un buen disco de rock: tiene mucha fuerza; es consistente; tiene variedad, y se pasa como agua. José Andrea y Uróboros traen ideas musicales muy frescas y originales. Esperemos que a José le aguante la voz para que haya muchos más álbumes como este.

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