Human :||: Nature: la apuesta atmosférica de Nightwish

Con su álbum doble, Human :||: Nature, la banda finlandesa de metal sinfónico, Nightwish, deja a un lado la grandiosidad de las orquestaciones para entrar en la intimidad de la relación entre la humanidad y la naturaleza.

Durante su carrera, la banda liderada por el teclista Tuomas Holopainen siempre había apostado por hacer canciones que sonaran enormes, a través de la mezcla de elaborados arreglos sinfónicos y potentes guitarras eléctricas. En su nuevo trabajo discográfico, la apuesta es por canciones más atmosféricas y contemplativas.

Human Nature está dividido en dos actos: el primero se compone de nueve canciones que buscan englobar la esencia de la humanidad, y el segundo es una pieza instrumental de media hora, que ilustra la relación del ser humano con la naturaleza.

Para bien y para mal, Human Nature está lejos de ser un álbum de metal. En él, Nightwish incorpora guitarras distorsionadas y ritmos vertiginosos, pero estos elementos se usan para crear música más parecida a la banda sonora de una película que a las canciones que corearía una legión de "greñudos" en un estadio. En este sentido, la banda enriquece su espectro musical, pero deja abandonados a quienes buscamos en el metal una válvula de escape en forma de piezas rítmicas para desquitar frustraciones. En pocas palabras: Human Nature no es un álbum para todos.

Las primeras nueve piezas del disco tienen muy pocas orquestaciones, en relación con los álbumes previos de Nightwish. En algunas partes se alcanzan a vislumbrar cuerdas y coros, pero, en la mayor parte de este primer acto, la música es interpretada, casi por completo, por la banda. Este detalle hace que las canciones suenen más crudas y directas. Human Nature nos regresa a esa faceta de la banda desnuda que los fanáticos añorábamos desde su álbum Century Child.

Nightwish se vale de numerosos recursos para lograr un sonido profundo y atmosférico. El multinstrumentista Troy Donockley juega un papel vital para esta proeza, ya que, a través de instrumentos de viento, mandolinas y discretas guitarras eléctricas de acompañamiento, robustece las bases de teclado que fungen como andamiaje para las canciones.

El trabajo vocal de Human Nature es sobresaliente. La protagonista, desde luego, es Floor Jansen. Aunque las melodías son rebuscadas y enmarañadas, la cantante holandesa las peina con dulzura y gracia, valiéndose de un enorme rango de emociones y una versatilidad admirable. 

Nightwish ahora cuenta con tres vocalistas, con timbres radicalmente distintos. Esto se aprovecha para el acomodo de armonías de voz, que aderezan la música de la banda como nunca antes en su historia. Desafortunadamente, esto repercute en la presencia del bajista y cantante, Marco Hietala en Human Nature, que solo lleva la voz principal en la cósmica canción final, "Endlessness".

Como mencioné anteriormente, Troy Donockley está muy presente en el álbum con múltiples instrumentos y arreglos. Además, tiene un protagonismo especial como vocalista en canciones como "Harvest" y "Shoemaker", en las que aporta una voz limpia y grave, que da un toque distinto a estas composiciones del grupo. Mientras que Floor y Marco tienen voces con potencias irreales, Troy tiene una voz más profunda, sobria y reflexiva.

Que Human Nature haya trascendido la barrera del metal no quiere decir que no tenga sus momentos "heavy". Entre los más memorables destaca "Pan", una rola cuyos laberínticos riffs de guitarra y etéreas melodías de voz hacen que suene como una pesadilla de Walt Disney, y "Tribal" una pieza muy percusiva y dancística que hace honor a su nombre con una batería impecable.

Aunque el disco 1 de Human Nature es muy rico, en términos musicales, pocas canciones logran ser tan cautivadoras como las de los álbumes anteriores de la banda, y me resulta difícil explicar la razón. Tal vez sea la dificultad con la que las letras encajan en las melodías o los versos, cada vez más rebuscados, cultos y carentes de sentido, de Toumas Holopainen. El punto es que hay algo que hace que este parezca un álbum indulgente y poco carismático.

"Noise", el primer sencillo de Human Nature, fue la primera advertencia para bajar las expectativas de los seguidores de Nightwish, al ser un corte completamente genérico, reciclado y sin gracia, bajo la fórmula de su éxito anterior, "Storytime".

A pesar de ser un disco denso, Human Nature, tiene algunos temas que todavía conservan la magia de Nightwish. "Music", por ejemplo, es una gran canción introductoria, que comienza con un viaje instrumental por la evolución de la música y culmina con un emotivo homenaje a eso que tanto nos apasiona y mueve. Por otro lado, está "Harvest", una pieza folk encantadora y original, con un coro optimista, vestido con unas armonías de voz impresionantes, muy distinta a todo lo que el grupo había sacado antes.

Desde mi punto de vista, la canción más fuerte de Human Nature cayó en un momento muy oportuno, en el que hay que cuidar a los nuestros. "How's the heart?" es una linda pieza con elementos de folk que nos pone a pensar cuándo fue la últimamente en que le preguntamos a nuestros seres queridos sinceramente: "¿Cómo estás?"

"All the works of nature adorn the world", la pieza instrumental que ocupa el segundo acto de Human Nature, parece parte del soundtrack de una película y es un viaje por distintos ambientes y atmósferas. En mi opinión, es un paisaje sonoro que uno puede escuchar en un momento de reflexión, pero no es una pieza a la que un metalero empedernido vaya a regresar seguido.

Haciendo un balance final, Human Nature es un álbum que hay que escuchar varias veces para poder apreciar todas las dimensiones que lo componen. Su música es compleja y profunda, pero no termina de ser un disco ni sólido ni contundente.

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