Diabulus in Ópera II: Sinfonía para el reinicio de una banda


Mägo de Oz, el referente del folk metal español, reventó la Arena CDMX, a pesar del turbulento camino rumbo al concierto sinfónico Diabulus in Ópera II, en celebración de sus 35 años de carrera.
 
En el mundo del rock, los cambios de alineación en bandas legendarias no son extraños. Deep Purple, Black Sabbath, Fleetwood Mac y muchas otras han tenido varias eras. Mägo de Oz se ha convertido en uno de esos grupos que hizo sus mejores álbumes con una alineación legendaria, pero a lo largo de los años ha ido perdiendo a sus integrantes originales.

Como fanático de la música, me parece que parte del éxito de un grupo radica en la química que se forma con el talento de los distintos integrantes. Si la alineación cambia, cambia la música. Por eso, todavía no sé si me gusta esta nueva banda que toca las canciones de Mägo de Oz y que lleva su logotipo. Dicho esto, el concierto sinfónico de 35 años, Diabulus In Ópera II, fue una magnífica oportunidad para ponderarlo.

A principios del 2023, los dos cantantes (Zeta y Patricia) y el guitarrista (Manu Seoane) dejaron Mago de Oz, sin muchas explicaciones y con una gira ya programada. En este contexto, la banda decidió seguir adelante con sus presentaciones, invitando a varios cantantes sustitutos, y dándole el título oficial de vocalista a la estrella de La Voz España 2012, Rafa Blas.
 
Para la guitarra, Mago de Oz decidió reclutar a su viejo amigo, Jorge Salán, un virtuoso que se incorporó como la tercera guitarra del grupo durante algunos años, y que dejó grandes solos en la discografía de la banda.
 
Después de todo ese contexto, pasemos a lo importante: mis impresiones del Diabulus in Ópera II.

La Arena CDMX estaba a reventar. El concierto se llenó con la fe ciega de quienes sabíamos que, sin importar su alineación, Mago de Oz nunca da un mal show.

El concierto comenzó con una introducción por parte de la orquesta, dirigida por José Luis López Antón, en la que, en una especie de ritual, unas bailarinas malabareaban fuego y ungían a Rafa Blas como el nuevo cantante de Mago de Oz. 

La orquesta sinfónica se veía imponente en la cubierta del barco pirata que Mägo de Oz llevó como escenografía. Este es un grupo de rock que nunca escatima en su espectáculo visual y en esta ocasión tampoco decepcionó. 

Me emocionó mucho que Rafa abriera el concierto con el grito de guerra de la banda, que, en 10 años, Zeta nunca se atrevió a entonar: “Buenas noches ¡¡¡CABRONES!!!”

Satania

Inmediatamente, comenzó “Satania”, como en la época de oro de Mago. Fue el momento de volverse loco con una de las canciones más metaleras de la banda. La alineación era diferente, pero la emoción fue tan sobrecogedora como cuando los vi por primera vez abrir con esa canción en El Rayo, hace 22 años, durante la gira de Finisterra.

La segunda pieza de la noche fue “Jesús de Chamberí”, una magnífica elección para seguir con la nostalgia a tope. Para este punto, los seguidores de la banda tuvimos suficiente para calar a Rafa Blas como el nuevo vocalista de Mago de Oz.

Rafa es un frontman sobresaliente. Se mueve con agilidad por el escenario y lo domina con una presencia imponente. Cuando está al frente, los ojos del público están en él. Además, es carismático y se divierte con los asistentes. Por otro lado, es un cantante de rock profesional, que puede llegar a las notas que le pongan. Sin embargo, tiene un sonsonete vibrado, parecido al de Enrique Bunbury o Carlos Escobedo, que hace que su estilo no me termine de convencer.

Aunque estoy seguro que Rafa pudo haber llevado el show solo sin problemas, los cantantes invitados, Tete Novoa y Charlie López, tuvieron, prácticamente, el mismo número de canciones para lucirse. Los tres lo dieron todo en las rolas que les tocaron. Se notaba que estaban pasando la mejor noche de sus vidas.

En el lugar de la corista, Patricia Tapia, estuvo Xana Lavey, una chica que comenzó su carrera musical haciendo covers de Mago de Oz en YouTube, y ahora ya cantó en un lleno total con ellos. Igual, hizo un magnífico trabajo, adaptando sus armonías a la gran diversidad de estilos de los cantantes de la noche.

Aunque tuvo sus momentos, la participación de Xana fue bastante discreta. Pasó la mayor parte del tiempo apoyando a los demás cantantes. Aun así, pudo ganarse los corazones mexicanos con chispa y picardía durante "La Ranxeira", que fue la única canción que cantó ella sola.

Ranxeira

Salvo por los dos integrantes fundadores, Txus (batería) y Mohamed (violín), los músicos que tocan ahora en Mago tienen muchos estudios, por lo que tocan sus partes a la perfección. Sin embargo, en mi opinión, al grupo que salió a tocar con la orquesta sinfónica en el Diabulus In Ópera II le faltan horas de ensayo conjunto, y eso fue evidente a lo largo del show, con errores notorios en canciones como “Jesús de Chamberí” o “Réquiem”.

A pesar de un par de baches aquí y allá, la banda sonó enorme junto con la orquesta sinfónica. Los arreglos estaban muy bien acomodados para engrandecer varias de las canciones más queridas de la banda. Me dio la impresión de que en el primer Diabulus in Ópera la orquesta tuvo más protagonismo, pero tal vez lo sentí porque en el escenario estaban sucediendo cosas todo el tiempo.

La discografía de Mägo de Oz es muy extensa, por lo que complacer a los fans con un repertorio perfecto de XXXV aniversario es una tarea imposible. Aun así, la banda logró conformar un repertorio balanceando clásicos, rarezas y canciones queridas.

Los fans de la época clásica de la banda estuvimos emocionados de oír clásicos como "El que quiera entender, que entienda", "La Santa Compaña", "El Santo Grial" y la épica "Finisterra", mientras que a los fans de su era más actual les dieron gusto con "La Dama del Mar" y "Bandera Negra".

El concierto también tuvo su buena dosis de rarezas. El público se emocionó con una gran versión sinfónica de "Y serás canción", en la que participaron todos los cantantes, así como Txus y Carlos Escobedo de Sober, y con tanto feeling, seguramente se oyó hasta el inframundo. También, se derramó más de una lágrima con el clásico b-side "Adiós Dulcinea".

Y serás canción

Para mí, la gran ausente de la noche fue "Hasta que el cuerpo aguante". En mi opinión, ese es el himno de todos los años de lucha de Mägo de Oz y también de los fans que llevamos años siguiéndolos. En lugar de eso, incluyeron desatinos como "Satanael", una de las rolas más desangeladas de la época de Zeta, y "No me digas adiós", una balada melosa y cursi que sirvió como intermedio para que el público fuera a desahogar sus vejigas cerveceras para seguir disfrutando del concierto.

La noche terminó, como en las mejores épocas de Mägo de Oz, con la Arena CDMX retumbando al son de "Molinos de Viento" y "Fiesta Pagana". Terminé contento. Bailé, grité y brinqué como en todos los conciertos de la banda. Aun así, me quedó el sentimiento de que esta es una banda nueva que no se ha terminado de formar. Fue raro celebrar los 35 años de mi banda favorita después de un cambio tan drástico de alineación.

Setlist completo y cantantes:

Satania (Rafa Blas)
Jesús de Chamberí (Rafa Blas)
Hazme un sitio entre tu piel (Charly López)
El que quiera entender que entienda (Tete Novoa)
Y serás canción (Txus, Carlos Escobedo, Tete Novoa, Charly López, Rafa Blas y Xana Lavey)
La Santa Compaña (Rafa Blas)
Satanael (Rafa Blas)
Adiós Dulcinea (Charly López con Cerbero González de Sinfónnia)
Réquiem (Tete Novoa)
La dama del mar (Charly López y Xana Lavey)
Y ahora voy a salir (Ranxeira) (Xana Lavey)
El cantar de la luna oscura (Charly López)
Bandera negra (Rafa Blas y Charly López)
No me digas adiós (Rafa Blas y Charly López)
Finisterra (Rafa Blas, Charly López y Tete Novoa)
Solo de guitarra de Jorge Salán
El Santo Grial (Rafa Blas)
Molinos de viento (Rafa Blas y Tete Novoa)
Fiesta pagana (Rafa Blas, Tete Novoa, Charly López, Carlos Escobedo)

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