Top 20 - Canciones de Mago de Oz


Mago de Oz, la banda más grande del metal en español, cumplió 37 años de historia en julio del 2025. A pesar de sus cambios de alineación, siguen convocando a miles de personas a sus conciertos y acumulando reproducciones. Yo los he seguido durante 24 de esos 37 años, por lo que me ha tocado ser testigo de su evolución, en lo bueno y en lo malo.

Para celebrar todos estos años de beber, cantar y soñar con mi grupo favorito, he decidido hacer mi top 20 de las mejores canciones de esta popular agrupación de metal con influencias celtas. En esta lista he tomado en cuenta mis gustos personales, el peso histórico de cada tema dentro del grupo y su calidad musical.

Mägo de Oz tiene más de un centenar de canciones, por lo que seleccionar las incluidas en este ranking —y decidir su posición— no fue tarea fácil. Invito a otros fans de la banda a crear sus propios tops para comparar y compartir puntos de vista.

En 2023 cambió la mitad de la alineación de Mägo de Oz, marcando el inicio de su etapa más reciente. Al cambiar las personas, también cambió la química y el sonido. Aunque los nuevos músicos muestran mucho entusiasmo, da la impresión de que aún están en proceso de integrarse como banda. Es, en esencia, un grupo nuevo que lanzó su primer disco — Alicia en el Metalverso — con demasiada prisa.

Sin embargo, la introducción al desastre meloso y cursi que es el último álbum del grupo es una magnífica pieza de 12 minutos que ilustra el inicio del viaje de una mujer trans por un mundo de realidad virtual.

"Alicia en el Metalverso" es un tema lúgubre y tenebroso, con un riff de guitarra que evoca el estilo de Black Sabbath. Destaca por sus numerosos cambios de ritmo y estilo, con pasajes de violín y solos de guitarra impresionantes. Comienza con un tono de doom metal, evoluciona hacia un estilo más cercano al power metal y luego incursiona en una sección que coquetea con el thrash, en la que sobresalen los rugidos de Diva Satánica (Nervosa). En fin, es una canción emocionante, llena de variedad y virtuosismo.

Hasta ahora, sigo tratando de convencerme de que mi banda favorita todavía me gusta, a pesar de que la voz del nuevo vocalista no termina de convencerme y de que las canciones suenan demasiado pulidas para mi oído metalero. Espero que lo próximo que lancen se parezca más a "Alicia en el Metalverso" y menos al resto del disco que la contiene.

Recientemente, el primer disco de Mago de Oz ha empezado a ganar cierto aprecio entre los fans más jóvenes de la banda. A mi parecer, se trata de un álbum con un estilo radicalmente distinto al que los hizo famosos, y aunque me resulta un tanto feo, contiene canciones que cobraron nueva vida gracias al retoque que recibieron años después en el EP de "La Bruja". Entre ellas destaca "El lago", que logra envolver a la audiencia en una atmósfera mística y romántica, acelerándose conforme avanza hasta convertirse en un auténtico himno de heavy metal.

A mí me gusta más la versión de José Andrea, el vocalista clásico de Mago, pero si ustedes prefieren la que grabó el primer cantante, Juanma Lobón, disfrútenla.

18. Xanandra

Cuando salió "Xanandra", los seguidores de Mägo de Oz estábamos dolidos: el vocalista que había cosechado los mayores éxitos del grupo se había marchado, junto con otros tres integrantes. Tal vez no fue casualidad que la canción con la que presentaron a Zeta, su sustituto, hablara justamente de los efectos de una despedida.

A primera escucha, la canción suena como un sencillo de rock bastante genérico, pero "Xanandra" es de esas rolas que, conforme uno las va oyendo con más calma, terminan por atraparlo y convertirse en favoritas. Es un tema con mucha fuerza, gracias a la brillante melodía del coro y a su magnífica letra. Breve, poderosa y emocionante, también funciona como una excelente introducción al estilo más directo, íntimo y visceral de Zeta.

17. La Costa del Silencio

Sacar un sencillo después de los trancazos que fueron "Molinos de Viento" y "Fiesta Pagana" parece una tarea abrumadora para cualquier artista. Sin embargo, Mägo de Oz supo afrontar el reto con una canción que mantiene el tono festivo de la música celta, pero le añade un aire melancólico.

"La Costa del Silencio" es un llamado a la solidaridad con el medio ambiente, inspirado en el hundimiento de un buque petrolero que provocó una tragedia ecológica en Galicia. Sus versos representan el grito de dolor del ecosistema ante la agresión humana, y el estribillo es, al mismo tiempo, un grito de auxilio y un voto de confianza.

Es la épica conclusión de quince minutos de uno de los mejores álbumes del rock en español. Con una letra maravillosa, la pieza retrata un escenario dantesco del fin del mundo, en el que todas las paradojas cobran sentido: Dios y el demonio hacen las paces mientras se reparten el destino de la humanidad.

A pesar de durar un cuarto de hora, esta obra no pierde la atención ni un solo minuto. Las voces de la gran cantidad de vocalistas invitados y los distintos instrumentos nos insertan en las múltiples escenas del apocalipsis. Esta obra maestra trasciende la mezcla de heavy metal y música celta.

La magia del álbum La Leyenda de la Mancha radica en que es rock puro, aderezado con un violín: no hay flauta, ni teclado, ni elementos orquestales ni coros. "Maritormes" es una canción encantadora por su simpleza de espíritu punk. Tiene un riff de guitarra minimalista y una letra que cuenta una historia de amor de forma sencilla y directa.

También destaca su puente instrumental con guitarras armonizadas, que parece sacado de uno de los primeros discos de Iron Maiden. Esta canción es una de las razones por las que muchos amantes del heavy clásico comenzaron a seguir a Mägo de Oz.

Las canciones que abren un disco siempre establecen el tono, y "El Santo Grial" lo ilustra perfectamente: con guitarras y batería a toda velocidad, nos transporta a un mundo de fantasía y leyendas, marcando el espíritu de aventura que define La Leyenda de la Mancha.

En esta canción, José Andrëa demuestra ser un narrador excepcional, con una capacidad vocal impresionante. Además de alcanzar notas agudas al límite, logra involucrarnos en los versos épicos con una pasión hechizante.

La mejor parte de este ícono del power metal español es su puente instrumental, que comienza con guitarras gemelas haciendo tapping, continúa con un solo de guitarra espectacular y —por si fuera poco— culmina con una magnífica interpretación de un fragmento de la Danza húngara n.º 5 de Brahms, ejecutado en violín y bajo. 

13. Diabulus in Música

A principios de la década de los 2000 se puso de moda el metal gótico. Bandas como HIM, To/Die/For, Sirenia y Tristania estaban en su apogeo. Como Mägo de Oz nunca le ha tenido miedo a los experimentos —y Gaia II: La Voz Dormida era un álbum particularmente oscuro y ambicioso—, decidieron que uno de sus singles sería de metal gótico.

"Diabulus in Música" es una canción extraordinariamente bien lograda porque el grupo se tomó en serio el estilo y entendió que el secreto estaba en crear una atmósfera oscura y lúgubre, con una letra surrealista y sensual.

La estructura del tema es impecable y, además, cuenta con grandes momentos: el coro es un trancazo; el solo de guitarra de Jorge Salán es de los mejores en la discografía de la banda; la seductora presencia de Patricia Tapia es encantadora, y el final de ultratumba —con violín, flauta y voz femenina— deja un magnífico sabor a sangre.

Mägo de Oz tiene un gran talento para componer canciones agridulces. La historia de soledad de una prostituta es desgarradora, y esa tristeza se percibe en cada nota; aun así, "El cantar..." es una pieza animada y rítmica.

"Astaroth" es la primera incursión de Mägo de Oz en temas esotéricos y demoníacos. Los arreglos arabescos, las guitarras lúgubres y un solo de guitarra electrizante dibujan el escenario de la aparición de la mismísima personificación del mal. Es una canción muy romántica y teatral.

Lo más destacado es la caracterización de José Andrëa como el mismísimo diablo: durante toda la canción, su voz es tan malévola como seductora. Por si fuera poco, la participación de la cantante Mar Cabello aporta un toque delicado y dulce a la parte más apasionada del tema.

"Hechizos" habla con honestidad, franqueza y pasión sobre la angustia que provoca superar una ruptura. Es un viaje emocional que comienza con piano y voz, para continuar con toda la fuerza del folk metal. Es un tema intenso, apasionado y rockero.

Es una de esas piezas donde todo está en su lugar: la parte celta, las guitarras y los teclados acompañan algunas de las mejores melodías del grupo. Con un brillante pasaje instrumental, adornado con solos de cada instrumento, esta es la canción que mejor retrata la época de Zeta con Mägo de Oz.

Este clásico de la banda es una ópera rock condensada en una sola canción, que comienza con un estridente grito de José Andrëa. Es una obra maestra de la narración. En sus siete minutos de puro heavy metal, cuenta la historia de la “segunda venida” de Jesucristo, el mensaje que quiere dejar a la humanidad y los medios que utiliza para difundirlo.

8. La dama del mar

La herida que dejó la salida de los dos guitarristas clásicos de Mägo de Oz no fue tan dolorosa gracias a la magnífica química de la alineación que grabó el álbum Bandera Negra. "La dama del mar" es una muestra de la renovación del estilo clásico del grupo y narra la historia de una sirena con una maldición que solo puede romperse con un beso de amor.

El violín, la flauta y las guitarras le dan un sabor piratesco a esta canción melancólica y pícara, que también se apoya en la magnífica dupla vocal de Patricia Tapia y Zeta.

Como el canto de las sirenas en la noche de San Juan, esta rola se queda grabada en la mente de los oyentes desde el primer coro.

Tiene una de las introducciones más épicas para un álbum de metal. Un poderoso riff y un asombroso grito en falsete bastan para darnos cuenta del tamaño de la bestia a la que nos enfrentaremos durante la siguiente hora y media.

"Satania" pinta una distopía muy al estilo de Orwell o Huxley, y la música logra crear esa atmósfera con gran éxito. Es una pieza rápida y melódica de ocho minutos, en la que el doble bombo y las guitarras distorsionadas hacen un maridaje extraordinario con el violín y la flauta.

La letra habla sobre una sociedad absorbida por la tecnología digital. El concepto sigue muy vigente, considerando que fue escrita en el año 2000, cuando no existían sitios de redes sociales como Facebook y X, y los teléfonos inteligentes no eran más que un sueño.

Cuando una persona se va de nuestras vidas, lo más duro es el pensamiento recurrente de todo lo que nunca se dijo. "Desde mi cielo" es la carta de despedida de alguien que muere dirigida a su amada que queda atrás. En su mensaje, el intérprete la consuela, la tranquiliza y le asegura que todo estará bien sin él.

Desde la primera estrofa, en la que José Andrëa comienza a susurrarnos al oído acompañado solo por el piano, se va formando un nudo en la garganta, hasta que la canción estalla en el llanto de la batería y las guitarras eléctricas.

5. La cantata del Diablo
"La Cantata del Diablo" es, sin duda, la canción más ambiciosa de Mägo de Oz: una épica de más de 20 minutos de duración, con coro, múltiples movimientos, vertiginosos cambios de tiempo y ciertos toques progresivos.

La pieza habla de la impotencia de una persona que se dirige al cadalso para ser quemada por herejía. A través de la recreación teatral de un auto de fe, representa la desolación causada por la ausencia de Dios en un mundo donde, paradójicamente, está muy presente para sus fanáticos.

Esta obra maestra cuenta con las voces de los mejores cantantes de la época — Leo Jiménez, Víctor García y José Andrëa — llevándolos al límite de sus capacidades. Lo mismo ocurre con los instrumentos: el teclado y las guitarras se lucen con solos en las partes instrumentales, mientras que el violín y la flauta nos adentran en la siniestra atmósfera de injusticia que busca crear esta cantata.

4. Gaia
Gaia es la "Madre Tierra" que le reclama al ser humano la forma en que está destrozando el mundo. A través de esta pieza, expresa sus frustraciones hacia la crueldad de las personas, tanto con "el otro" como con su propio hogar. Por medio del vocalista, podemos sentir cómo la letra comienza como un lamento de desilusión y termina con una iracunda amenaza de venganza.

Lo primero que aparece en Gaia es el motivo musical que acompaña toda la canción, iniciando como una emotiva melodía de piano y convirtiéndose en un furioso riff de guitarra distorsionada. A partir de ahí, la canción se transforma en un viaje de metal melódico en el que cada instrumento cumple su papel para reflejar la ira de la "Madre Tierra".

A mi juicio, la cohesión de esta canción la convierte en la mejor pieza de larga duración del grupo. Aunque se nota el empeño de todos los músicos por hacerla grandiosa, el hilo conductor es el teclado de Sergio Cisneros "Kiskilla", que dirige una orquesta metalera imparable.

3. Molinos de viento

"Molinos de Viento" es la canción que puso a Mägo de Oz en el mapa y uno de esos temas que no puede faltar en ninguna recopilación de éxitos del rock en español. A pesar de su producción apresurada y rústica, tiene una magia especial. Es simple, dinámica, pegajosa y cuenta con una letra fuera de serie. Es una de esas canciones capaz de hacer bailar, saltar y gritar hasta a la persona más seria del mundo. Es una invitación a vivir y a arriesgarse a soñar demasiado.

Si no la han oído, ¿dónde han estado todos estos años?

Es un manifiesto para quienes deciden sacrificarlo todo para casarse con la dama más bella de todas: la música. Sus versos describen con gran riqueza literaria la vocación de esas personas que hacen que cada día amanezcamos con una melodía en la cabeza. Desde mi punto de vista, esta es la mejor letra que ha escrito el letrista y baterista Txus Di Fellatio en toda su carrera.

Es una canción acústica y celta que transmite la alegría y plenitud que regala la música. José Andrëa y Pacho Brea (Ankhara) le imprimen todo el sentimiento a una de las canciones más hermosas. Vale la pena comprar el disco al doble del precio solo por tener esta canción.

1. Fiesta Pagana

La canción que encabeza un top de Mägo de Oz no puede ser otra. Es el éxito emblemático del grupo, y la razón es que tiene algo especial. A primera escucha, parece una canción pícara y alegre, pero su letra esconde detalles de un pensamiento fuera de serie. Habla de la lucha contra el poder y la defensa de la libertad de expresión.

El violín, la flauta y el acordeón juguetean con la guitarra eléctrica con una frescura que hechiza. Es una canción para brincar, bailar y cantar a todo pulmón.

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